History of Spain
Aceite de oliva: beneficios del aceite de oliva
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Las grasas y los aceites son nutrientes tan esenciales para la vida. ¿Y sabes cuál es la grasa ideal para la nutrición humana? El aceite de oliva.
Pero no cualquier aceite: el aceite de oliva virgen extra, es decir, el aceite sin refinar y prensado en frío para mantener todas sus propiedades intactas: puro zumo de aceituna.
Un error muy común es pensar que la calidad del aceite no importa cuando lo vamos a usar para fritos. En realidad, cuanto mejor sea la calidad del aceite con el que freímos, mejor aguantará las altas temperaturas sin perder sus propiedades y más saludables resultarán nuestros platos.
Es uno de los ingredientes estrella de la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales, frutos secos, legumbres, huevos, pescado, carne magra, especialmente de aves y conejo, y lácteos.
La versatilidad del aceite permite acompañar estos alimentos con sofritos o en crudo, sacándole partido a su intenso sabor.
Pero además de imprescindible en nuestra cocina, también es un aliado para nuestra salud gracias a su contenido en ácido oleico, una grasa monoinsaturada, y en polifenoles, un tipo de antioxidantes claves para reducir el estrés oxidativo.
¿Quieres un ejemplo? Jeanne Louise Calment, la persona más longeva del mundo, que murió a los 122 años, presumía de condimentar sus comidas con aceite de oliva. Pero si no te convence su historia, te damos algunos datos:
Combinado con ejercicio físico, disminuye el riesgo cardiovascular, la incidencia de infarto de miocardio y previene el deterioro cognitivo.
Reduce la presión arterial y el riesgo de diabetes.
Y disminuye la incidencia de determinados tipos de cáncer.
Basta con consumir 3 o 4 cucharadas al día como aliño de ensaladas o sobre la tostada del desayuno, añadido en guisos o en frituras.
Además de los beneficios que tiene en nuestra salud, el aceite de oliva es un alimento sostenible, ya que el olivo, presente desde la antigüedad en la península, previene la desertización.
Como ves, nos sobran los motivos para disfrutar del aceite de oliva en nuestra cocina.
Pero no cualquier aceite: el aceite de oliva virgen extra, es decir, el aceite sin refinar y prensado en frío para mantener todas sus propiedades intactas: puro zumo de aceituna.
Un error muy común es pensar que la calidad del aceite no importa cuando lo vamos a usar para fritos. En realidad, cuanto mejor sea la calidad del aceite con el que freímos, mejor aguantará las altas temperaturas sin perder sus propiedades y más saludables resultarán nuestros platos.
Es uno de los ingredientes estrella de la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales, frutos secos, legumbres, huevos, pescado, carne magra, especialmente de aves y conejo, y lácteos.
La versatilidad del aceite permite acompañar estos alimentos con sofritos o en crudo, sacándole partido a su intenso sabor.
Pero además de imprescindible en nuestra cocina, también es un aliado para nuestra salud gracias a su contenido en ácido oleico, una grasa monoinsaturada, y en polifenoles, un tipo de antioxidantes claves para reducir el estrés oxidativo.
¿Quieres un ejemplo? Jeanne Louise Calment, la persona más longeva del mundo, que murió a los 122 años, presumía de condimentar sus comidas con aceite de oliva. Pero si no te convence su historia, te damos algunos datos:
Combinado con ejercicio físico, disminuye el riesgo cardiovascular, la incidencia de infarto de miocardio y previene el deterioro cognitivo.
Reduce la presión arterial y el riesgo de diabetes.
Y disminuye la incidencia de determinados tipos de cáncer.
Basta con consumir 3 o 4 cucharadas al día como aliño de ensaladas o sobre la tostada del desayuno, añadido en guisos o en frituras.
Además de los beneficios que tiene en nuestra salud, el aceite de oliva es un alimento sostenible, ya que el olivo, presente desde la antigüedad en la península, previene la desertización.
Como ves, nos sobran los motivos para disfrutar del aceite de oliva en nuestra cocina.