
History of Spain
El intercambio Colombino y los Productos Agrícolas
¡UPS! Para ver vídeos en la web debes estar registrado, es totalmente gratuito.
140 visualizaciones
Cuando Cristóbal Colón llegó a América en 1492, no sólo encontró un nuevo continente, sino un mundo entero de nuevos cultivos, sabores, y formas de alimentarse que cambiarían para siempre la historia de la humanidad. A este fenómeno se le conoce como el Intercambio Colombino y también abarcó a animales, plantas, enfermedades e incluso ideas.
El Intercambio Colombino fue posible gracias a las rutas marítimas que los españoles llevaron a cabo con el nuevo continente y, que hicieron posible el transporte de productos agrícolas tanto de Europa hacia América, como de América a Europa. Las rutas de flotas y galeones salían de Sevilla y Cádiz, paraban en las Islas Canarias y después de cruzar el Atlántico llegaban a los principales puertos del Caribe: Santo Domingo, La Habana, Veracruz o Cartagena de Indias.
Desde América hacia Europa, llegaron productos que hoy consideramos esenciales en la dieta mediterránea:
- El tomate, que al principio se usaba sólo como planta ornamental y tardó en utilizarse como alimento.
- La patata, que se convertiría en un alimento básico para millones de europeos, especialmente en el norte de Europa.
- El maíz, versátil y nutritivo, clave en la alimentación tanto humana como del ganado.
- El cacao, que en manos de los chocolateros europeos se transformó en un auténtico manjar.
- Y también, el pimiento, el aguacate, la piña, el cacahuete y el tabaco, entre otros muchos.
Desde Europa hacia América, se llevó:
- El trigo, que permitió hacer pan según la tradición europea.
- El arroz, que se adaptó especialmente bien en zonas cálidas del continente americano.
- El café procedente de África y Oriente Medio.
- La caña de azúcar de la India que se plantó de forma extensiva y también,
- Frutas como la naranja, el limón, el melocotón o la manzana.
Europa, también envió a América animales como el caballo, la vaca, el cerdo, la oveja o las gallinas, que transformaron los paisajes, las costumbres ganaderas y la dieta de muchos pueblos indígenas sin olvidar adelantos técnicos como el arado arrastrado por animales de tiro.
Este intercambio mejoró sustancialmente la vida de la gente. En Europa transformó la alimentación con una dieta más rica y variada; especialmente, productos como la patata ayudaron a alimentar a una población en crecimiento. Pedro Cieza de León, cronista y conquistador español trajo la patata a España, desde Perú en 1560, y en 1589 el explorador Sir Walter Raleigh llevó la patata a Irlanda. En el siglo XVIII, en Francia, gracias al agrónomo Parmentier que consiguió popularizar su consumo, la patata comenzó a verse como una verdadera fuente de alimento; la patata fue clave contra las hambrunas y acabó transformando la alimentación mundial.
En América, los alimentos europeos se integraron con rapidez creando nuevas formas de alimentarse. De la fusión de ingredientes y tradiciones nació una nueva cocina, conocida como cocina criolla, que combina ingredientes europeos como trigo, arroz, carnes y lácteos, con ingredientes y técnicas autóctonas americanas como el maíz, las papas, el ají o la yuca, y también africanas como las frituras, el cacahuete, el coco o especias intensas.
Basado en una idea original de Eduardo Mencos Valdés.
El Intercambio Colombino fue posible gracias a las rutas marítimas que los españoles llevaron a cabo con el nuevo continente y, que hicieron posible el transporte de productos agrícolas tanto de Europa hacia América, como de América a Europa. Las rutas de flotas y galeones salían de Sevilla y Cádiz, paraban en las Islas Canarias y después de cruzar el Atlántico llegaban a los principales puertos del Caribe: Santo Domingo, La Habana, Veracruz o Cartagena de Indias.
Desde América hacia Europa, llegaron productos que hoy consideramos esenciales en la dieta mediterránea:
- El tomate, que al principio se usaba sólo como planta ornamental y tardó en utilizarse como alimento.
- La patata, que se convertiría en un alimento básico para millones de europeos, especialmente en el norte de Europa.
- El maíz, versátil y nutritivo, clave en la alimentación tanto humana como del ganado.
- El cacao, que en manos de los chocolateros europeos se transformó en un auténtico manjar.
- Y también, el pimiento, el aguacate, la piña, el cacahuete y el tabaco, entre otros muchos.
Desde Europa hacia América, se llevó:
- El trigo, que permitió hacer pan según la tradición europea.
- El arroz, que se adaptó especialmente bien en zonas cálidas del continente americano.
- El café procedente de África y Oriente Medio.
- La caña de azúcar de la India que se plantó de forma extensiva y también,
- Frutas como la naranja, el limón, el melocotón o la manzana.
Europa, también envió a América animales como el caballo, la vaca, el cerdo, la oveja o las gallinas, que transformaron los paisajes, las costumbres ganaderas y la dieta de muchos pueblos indígenas sin olvidar adelantos técnicos como el arado arrastrado por animales de tiro.
Este intercambio mejoró sustancialmente la vida de la gente. En Europa transformó la alimentación con una dieta más rica y variada; especialmente, productos como la patata ayudaron a alimentar a una población en crecimiento. Pedro Cieza de León, cronista y conquistador español trajo la patata a España, desde Perú en 1560, y en 1589 el explorador Sir Walter Raleigh llevó la patata a Irlanda. En el siglo XVIII, en Francia, gracias al agrónomo Parmentier que consiguió popularizar su consumo, la patata comenzó a verse como una verdadera fuente de alimento; la patata fue clave contra las hambrunas y acabó transformando la alimentación mundial.
En América, los alimentos europeos se integraron con rapidez creando nuevas formas de alimentarse. De la fusión de ingredientes y tradiciones nació una nueva cocina, conocida como cocina criolla, que combina ingredientes europeos como trigo, arroz, carnes y lácteos, con ingredientes y técnicas autóctonas americanas como el maíz, las papas, el ají o la yuca, y también africanas como las frituras, el cacahuete, el coco o especias intensas.
Basado en una idea original de Eduardo Mencos Valdés.