History of Spain
Francisco de Goya - Biografía y obras más importantes
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Francisco de Goya nace en Fuendetodos (Zaragoza) en 1746. Fue un pintor testigo de la Revolución Francesa, la guerra de la Independencia y el absolutismo de Fernando VII. Será el precursor de las nuevas tendencias del siglo XIX.
Empezó su formación en la escuela de dibujo de Zaragoza a los 13 años de la mano de José Luzán. Y, más tarde, con Francisco Bayeu, su cuñado, quien lo llevaría a Madrid, donde trabajó en la decoración del Palacio Real. Goya intentaría dos veces, sin éxito, entrar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Por lo que entonces marcha a Italia, donde estudia la obra de Guido Reni, Rubens, Paolo Veronese y Rafael; y donde es premiado por el cuadro Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes.
Tras su vuelta a España, lleva a cabo su primer encargo, el fresco de una de las cúpulas de la basílica del Pilar. Trasladado nuevamente a Madrid, Goya es llamado por Mengs para trabajar en la corte como pintor de cartones para la Real Fábrica de Tapices. De aquí saldrán importantes obras, cuyo hilo argumental son los tipos y costumbres españoles, con temas como La nevada, El albañil herido o Bailes a orillas del Manzanares.
Para Goya, la obra de Velázquez será fuente de inspiración en cuanto a la luz, la perspectiva y el dibujo naturalista, destacando su cuadro Cristo crucificado, una obra que le permitiría por fin entrar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Se convierte en retratista de moda de la alta sociedad de la mano de sus amigos el infante don Luis de Borbón, Jovellanos, Floridablanca y los Duques de Osuna. A Goya le gustaban las corridas de toros y pintó una serie de motivos taurinos como Suerte de matar o La muerte del picador.
En 1794 reanuda la realización de retratos donde es capaz de captar el alma del personaje, como queda plasmado en los cuadros de La familia de Carlos IV, la Duquesa de Alba, la condesa de Chinchón, Jovellanos o Moratín. Es una de las grandes figuras del grabado dominando todas las técnicas. Grabó grandes series desde 1778 hasta 1825.
En la serie de Los caprichos difunde la ideología de los ilustrados y hace una crítica social de las injusticias del momento. De esta época son también las dos majas.
La guerra de la Independencia quedaría reflejada en dos de sus obras maestras, El dos de mayo o La lucha con los mamelucos, mercenarios egipcios que combatieron junto al ejército francés;
y El 3 de mayo, donde se muestra el fusilamiento de españoles por los soldados franceses.
Una profunda sordera marcará en su pintura, que queda reflejada en la Quinta del sordo, donde pinta varias obras murales con una gran fuerza expresiva cerca de la abstracción, como el Perro semihundido, El aquelarre, Saturno devorando a su hijo o Duelo a garrotazos, que puede representar la lucha fratricida entre españoles.
Con 78 años, decidió exiliarse en Francia, donde estaban también muchos de sus amigos, y murió en Burdeos en 1828.
https://historyofspain.es/
Empezó su formación en la escuela de dibujo de Zaragoza a los 13 años de la mano de José Luzán. Y, más tarde, con Francisco Bayeu, su cuñado, quien lo llevaría a Madrid, donde trabajó en la decoración del Palacio Real. Goya intentaría dos veces, sin éxito, entrar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Por lo que entonces marcha a Italia, donde estudia la obra de Guido Reni, Rubens, Paolo Veronese y Rafael; y donde es premiado por el cuadro Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes.
Tras su vuelta a España, lleva a cabo su primer encargo, el fresco de una de las cúpulas de la basílica del Pilar. Trasladado nuevamente a Madrid, Goya es llamado por Mengs para trabajar en la corte como pintor de cartones para la Real Fábrica de Tapices. De aquí saldrán importantes obras, cuyo hilo argumental son los tipos y costumbres españoles, con temas como La nevada, El albañil herido o Bailes a orillas del Manzanares.
Para Goya, la obra de Velázquez será fuente de inspiración en cuanto a la luz, la perspectiva y el dibujo naturalista, destacando su cuadro Cristo crucificado, una obra que le permitiría por fin entrar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Se convierte en retratista de moda de la alta sociedad de la mano de sus amigos el infante don Luis de Borbón, Jovellanos, Floridablanca y los Duques de Osuna. A Goya le gustaban las corridas de toros y pintó una serie de motivos taurinos como Suerte de matar o La muerte del picador.
En 1794 reanuda la realización de retratos donde es capaz de captar el alma del personaje, como queda plasmado en los cuadros de La familia de Carlos IV, la Duquesa de Alba, la condesa de Chinchón, Jovellanos o Moratín. Es una de las grandes figuras del grabado dominando todas las técnicas. Grabó grandes series desde 1778 hasta 1825.
En la serie de Los caprichos difunde la ideología de los ilustrados y hace una crítica social de las injusticias del momento. De esta época son también las dos majas.
La guerra de la Independencia quedaría reflejada en dos de sus obras maestras, El dos de mayo o La lucha con los mamelucos, mercenarios egipcios que combatieron junto al ejército francés;
y El 3 de mayo, donde se muestra el fusilamiento de españoles por los soldados franceses.
Una profunda sordera marcará en su pintura, que queda reflejada en la Quinta del sordo, donde pinta varias obras murales con una gran fuerza expresiva cerca de la abstracción, como el Perro semihundido, El aquelarre, Saturno devorando a su hijo o Duelo a garrotazos, que puede representar la lucha fratricida entre españoles.
Con 78 años, decidió exiliarse en Francia, donde estaban también muchos de sus amigos, y murió en Burdeos en 1828.
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