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History of Spain
Santander, el Puerto de Castilla
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La ciudad de Santander, abierta al mar Cantábrico, conocida como el puerto de Castilla, es la capital de la comunidad autónoma de Cantabria, situada en el norte de España. De la época romana sabemos de la existencia del Portus Victoriae, fue posteriormente habitada por los visigodos. En la edad media Alfonso VIII de Castilla le otorga fueros con importantes privilegios comerciales.

Fueron marineros cántabros mandados por el almirante Bonifaz los que rompieron con la proa de su barco las cadenas con las que los musulmanes cerraban el Guadalquivir, haciendo posible la conquista de Sevilla por Fernando III el santo. Tal gesta queda reflejada en el escudo de la ciudad con la imagen de la torre del oro y una nave sobre el rio Guadalquivir rompiendo las cadenas. Acabada la Edad Media, varias epidemias de peste diezmaron la población de la ciudad.

Siglos después destacan dos dramáticos sucesos, la explosión del buque Cabo Machichaco cargado de dinamita que destruyó el puerto y las calles aledañas y el devastador incendio de 1941 que asoló el centro histórico de la ciudad. Con el rey Alfonso XIII la ciudad de Santander se convertirá en lugar de veraneo de la corte.

En ella podemos disfrutar de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, la plaza del ayuntamiento, la plaza porticada, esta de estilo neoclásico, el palacio de la Magdalena y sus jardines, el paseo de Pereda y muy próximo a él, el centro Botín que tiene por objeto promover el desarrollo social y cultural de Cantabria. Son algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad junto con sus playas del Sardinero y la Magdalena.

Son típicas en la región las casonas montañesas de piedra con sus grandes escudos nobiliarios y también los “caprichos”, mansiones construidas en su mayoría por indianos, gentes que fueron a hacer fortuna y volvieron ricas de América.

Cerca de Santander se encuentra la villa de Santillana del Mar, con la colegiata románica de Santa Juliana y su plaza mayor. Otra joya medieval es Liérganes con sus casonas y el puente mayor. Ejemplos también del románico en Cantabria son la colegiata de Santa Cruz de Castañeda y la de San Pedro de Cervatos.

Por la cordillera cantábrica encontramos los valles de Liébana, Nansa, Besaya, Pas, Miera y Asón, entre otros. En la comarca de Liébana se ubica el pueblo de Potes y su torre del Infantado, muy cerca el monasterio románico de Santo Toribio de Liébana y el teleférico de Fuente De en los picos de Europa. También en esta cordillera tenemos el valle de Campoo, con el nacimiento del rio Ebro en el pueblo de Fontibre y Barcena Mayor dentro del parque natural del Saja-Besaya.

En la provincia hay numerosas cuevas con arte rupestre como las de Puente Viesgo y la más destacada, la de Altamira, considerada una joya de este arte.

En la franja costera tenemos poblaciones como Castro Urdiales, con su puerto y la iglesia de la Asunción, San Vicente de la Barquera con el puente sobre la ría y la iglesia de Santa Maria de los Angeles y en Comillas se encuentra el “capricho” de Gaudí. Otras poblaciones destacables de la comunidad son Torrelavega y sus palacios de Demetrio Herrero, Santoña, Laredo, Reinosa, con la iglesia de San Sebastián, Cabezón de la Sal con el palacio del conde San de San Diego y Suances.

Hay seis parques naturales, el de los Picos de Europa, el de Dumas de Liencres, el de Saja-Besaya, el de Oyambre, el de Collados del Asón y el de Marismas de Santoña, Victoria y joyel.

La gastronomía cántabra ofrece productos como la almeja de Pedreña, las anchoas de Santoña y las típicas rabas de calamar y sus carnes como el solomillo de Tudanca. Entre sus guisos están el cocido montañés, el Lebaniego y la marmita de bonito o Sorropotún. Son sus postres la Quesada y los sobaos pasiegos elaborados con la rica leche del valle del Pas, las polkas de Torrelavega y las Pantortillas de Reinosa. Destacan entre sus quesos los quesucos de Liébana y los de Picón de Bejes.


Documented por Luis Díez de los Ríos y Valle