History of Spain
Palencia: qué ver en Palencia
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https://historyofspain.es/
Situada en la comarca de Tierra de Campos a orillas del río Carrión, fue un antiguo poblado ocupado por los vacceos, hoy forma parte de la comunidad autónoma de Castilla y León.
De la época romana queda el puente Puentecillas en la ciudad y en la provincia encontramos villas como La Olmeda y La Tejada. De época visigoda se conserva, en la catedral, la cripta de San Antolín, patrón de la ciudad. También, cerca de Palencia, esta la iglesia de San Juan de Baños culmen de la arquitectura visigoda.
Se convierte en tierra de nadie tras la invasión musulmana y con el tiempo iría repoblándose paulatinamente comenzando por Saldaña, Tierra de Campos y, posteriormente, El Cerrato.
Alfonso VIII de Castilla fue un gran impulsor de la ciudad otorgándole sus propios fueros y la cruz de su escudo por la heroica participación de los palentinos en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. También fundó en esta ciudad la primera universidad de España a instancias del obispo Tello Téllez de Meneses.
En la Edad Moderna se construyó el canal de Castilla de tránsito fluvial impulsado por Fernando VI y Carlos III con el fin de transportar el trigo de Castilla a los puertos del norte.
En la actualidad tienen gran importancia la industria agroalimentaria, la del automóvil, la de materiales de construcción y también los parques eólicos. Palencia conecta con Madrid y León mediante el tren de Alta Velocidad.
Un paseo por la ciudad nos lleva a la catedral de estilo gótico llamada la “bella desconocida”, donde se conserva “el martirio de San Sebastián”, obra del Greco, a la plaza Mayor con su ayuntamiento neoclásico, y también nos lleva a la iglesia de San Miguel.
Cerca está la iglesia de San Francisco con los sepulcros del infante Tello de Castilla y el de los Sarmiento. La casa del Cordón con su cordón franciscano en la fachada de estilo renacentista o el colegio de Villandrando con la cerámica de Daniel Zuloaga en su fachada.
También veremos el convento de San Pablo, fundado por santo Domingo de Guzmán donde se encuentran los sepulcros de los marqueses de Poza, el gótico monasterio de Santa Clara con su Cristo yacente al que Unamuno dedicó un poema:
Este Cristo, inmortal como la muerte,
no resucita; ¿para qué?,
no espera sino la muerte misma…
Porque este Cristo de mi tierra es tierra.
La iglesia de los jesuitas, el mercado de abastos, el Palacio de la Diputación de estilo neorenacentista, el Teatro Principal, edificio neoclásico y la iglesia de San Lázaro que fue hospital de leprosos son otros lugares que visitar.
En el Parque Huerta de Guadián se halla la iglesia románica de San Juan Bautista, destaca también por sus 21 metros de altura el Cristo del Otero, símbolo de la ciudad.
En la provincia destacan poblaciones como, Carrión de los Condes con el real monasterio de San Zoilo, Aguilar de Campoo, con su colegiata de San Miguel y sus fábricas de galletas Fontaneda y Gullón, Frómista con la iglesia de San Martín de Tours. En Herrera de Pisuerga tenemos la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, en Astudillo el convento real de Santa Clara, en Mave el convento Benedictino de Santa María y en Villalcázar de Sirga la iglesia de Santa María la Blanca mandada construir por la orden del Temple.
Palencia nos permite disfrutar de la naturaleza en la montaña palentina, y los espacios naturales de Covalagua o las Tuerces, la Laguna de la Nava de Fuentes y la de Boada o la cueva de los franceses. La cascada de Mazobre y la Tejeda de Tosande, que es un bosque de tejos y hayas están en el Parque Natural de las Fuentes Carrionas.
La gastronomía palentina nos ofrece productos como la morcilla de Villada, la cecina de caballo de Villaramiel, legumbres como la lenteja Pardina de Tierra de Campos o la alubia de Saldaña, los cangrejos de rio o los pichones. O platos como la sopa de Chichurro en época de matanza, las patatas a la importancia, la menestra palentina o el lechazo asado. Y como postres el brazo de San Lorenzo o los populares socorritos.
Situada en la comarca de Tierra de Campos a orillas del río Carrión, fue un antiguo poblado ocupado por los vacceos, hoy forma parte de la comunidad autónoma de Castilla y León.
De la época romana queda el puente Puentecillas en la ciudad y en la provincia encontramos villas como La Olmeda y La Tejada. De época visigoda se conserva, en la catedral, la cripta de San Antolín, patrón de la ciudad. También, cerca de Palencia, esta la iglesia de San Juan de Baños culmen de la arquitectura visigoda.
Se convierte en tierra de nadie tras la invasión musulmana y con el tiempo iría repoblándose paulatinamente comenzando por Saldaña, Tierra de Campos y, posteriormente, El Cerrato.
Alfonso VIII de Castilla fue un gran impulsor de la ciudad otorgándole sus propios fueros y la cruz de su escudo por la heroica participación de los palentinos en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. También fundó en esta ciudad la primera universidad de España a instancias del obispo Tello Téllez de Meneses.
En la Edad Moderna se construyó el canal de Castilla de tránsito fluvial impulsado por Fernando VI y Carlos III con el fin de transportar el trigo de Castilla a los puertos del norte.
En la actualidad tienen gran importancia la industria agroalimentaria, la del automóvil, la de materiales de construcción y también los parques eólicos. Palencia conecta con Madrid y León mediante el tren de Alta Velocidad.
Un paseo por la ciudad nos lleva a la catedral de estilo gótico llamada la “bella desconocida”, donde se conserva “el martirio de San Sebastián”, obra del Greco, a la plaza Mayor con su ayuntamiento neoclásico, y también nos lleva a la iglesia de San Miguel.
Cerca está la iglesia de San Francisco con los sepulcros del infante Tello de Castilla y el de los Sarmiento. La casa del Cordón con su cordón franciscano en la fachada de estilo renacentista o el colegio de Villandrando con la cerámica de Daniel Zuloaga en su fachada.
También veremos el convento de San Pablo, fundado por santo Domingo de Guzmán donde se encuentran los sepulcros de los marqueses de Poza, el gótico monasterio de Santa Clara con su Cristo yacente al que Unamuno dedicó un poema:
Este Cristo, inmortal como la muerte,
no resucita; ¿para qué?,
no espera sino la muerte misma…
Porque este Cristo de mi tierra es tierra.
La iglesia de los jesuitas, el mercado de abastos, el Palacio de la Diputación de estilo neorenacentista, el Teatro Principal, edificio neoclásico y la iglesia de San Lázaro que fue hospital de leprosos son otros lugares que visitar.
En el Parque Huerta de Guadián se halla la iglesia románica de San Juan Bautista, destaca también por sus 21 metros de altura el Cristo del Otero, símbolo de la ciudad.
En la provincia destacan poblaciones como, Carrión de los Condes con el real monasterio de San Zoilo, Aguilar de Campoo, con su colegiata de San Miguel y sus fábricas de galletas Fontaneda y Gullón, Frómista con la iglesia de San Martín de Tours. En Herrera de Pisuerga tenemos la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, en Astudillo el convento real de Santa Clara, en Mave el convento Benedictino de Santa María y en Villalcázar de Sirga la iglesia de Santa María la Blanca mandada construir por la orden del Temple.
Palencia nos permite disfrutar de la naturaleza en la montaña palentina, y los espacios naturales de Covalagua o las Tuerces, la Laguna de la Nava de Fuentes y la de Boada o la cueva de los franceses. La cascada de Mazobre y la Tejeda de Tosande, que es un bosque de tejos y hayas están en el Parque Natural de las Fuentes Carrionas.
La gastronomía palentina nos ofrece productos como la morcilla de Villada, la cecina de caballo de Villaramiel, legumbres como la lenteja Pardina de Tierra de Campos o la alubia de Saldaña, los cangrejos de rio o los pichones. O platos como la sopa de Chichurro en época de matanza, las patatas a la importancia, la menestra palentina o el lechazo asado. Y como postres el brazo de San Lorenzo o los populares socorritos.