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History of Spain
Ávila: qué ver en Ávila
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Ávila es la capital de provincia más alta de España, situada a 1.131 metros sobre el nivel del mar, junto al río Adaja. Pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Una vez allí, te invitamos a que te sumerjas en sus orígenes prerromanos de la cultura Vetona, en la que destacan las esculturas zoomórficas conocidas por verracos. Las más destacables son los Toros de Guisando.

Posteriormente, durante el poblamiento visigodo, Ávila formará parte del Reino de Toledo, convirtiéndose en una importante sede episcopal.

Como casi todo el territorio de la península ibérica, Ávila sufrió la invasión musulmana, siendo derruida en el año 714. En el siglo XI, con Alfonso VI de León, volvió a manos cristianas de manera estable; es cuando se reconstruyen sus murallas, hoy símbolo de la ciudad. También se construirán las iglesias románicas de San Andrés y San Segundo. Posteriormente, la basílica de San Vicente y la iglesia de San Pedro. También, se comenzó a levantar la catedral de Cristo Salvador, de estilo gótico y cuyo ábside esta incrustado en la muralla.

Ya en el Renacimiento, cobró protagonismo Pedro Berruguete, responsable de los altares mayores de la catedral y del Monasterio de Santo Tomás, usado por los Reyes Católicos como residencia de verano.

En tiempo de Carlos I, Ávila sufre la guerra de las comunidades, teniendo una participación muy activa en la misma, lo que provoca una gran despoblación de la ciudad. Con Felipe II y su corte, la ciudad vuelve a renacer. De esta época fueron testigos sus dos más insignes figuras, los místicos Santa Teresa de Jesús, nacida en la capital y que pasaría en el Monasterio de la Encarnación 30 años de su vida; y San Juan de la Cruz, que nace en el pueblo de Fontiveros. Santa Teresa pudo fundar en la ciudad el Convento de San José, primero en España de las carmelitas descalzas.

Además, de esta época también destacan el palacio de los Velada, el de Dávila, en una de cuyas ventanas renacentistas aparece la inscripción “cuando una puerta se cierra otra se abre”, el de Valderrábanos o el Torreón de los Guzmanes. Renacentistas también son la Iglesia de Mosén Rubí y el humilladero de Los Cuatro Postes, desde donde podemos contemplar la más espectacular vista de la ciudad.

Durante la Guerra de la Independencia la ciudad sufrió el saqueo de las tropas francesas, pudiendo resurgir a principios del siglo XX gracias a la construcción del ferrocarril.

En la actualidad, podemos disfrutar de la Semana Santa o sus fiestas patronales de Santa Teresa y San Segundo. También en la Plaza del Mercado Chico, cada viernes se celebra un mercadillo ancestral on productos de la tierra. En el aspecto gastronómico, tenemos las famosas judías de El Barco, sus carnes de raza avileña, sus emblemáticas yemas de Santa Teresa, y cómo no, sus deliciosas patatas revolconas.

En los alrededores podemos encontrar La Sierra de Gredos o poblaciones como Arévalo, Arenas de San Pedro con El Palacio del Infante Don Luis, la medieval Candeleda, Madrigal de las Altas Torres, donde nació Isabel la Católica, y las Navas del Marqués, con su castillo de Magalia.