History of Spain
Historia de Málaga
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En la desembocadura del río Guadalhorce, donde hubo un asentamiento bástulo, fundaron los fenicios, en el siglo VIII a.C. la colonia de Malaka, que con el tiempo pasó a llamarse Málaga. Tras un período de dominación cartaginesa, Malaka pasó a ser romana. De esta época se conservan su teatro y las termas públicas.
Después de un periodo de invasiones germanas pasaría a formar parte del imperio Bizantino con el emperador Justiniano I y en el año 614 será conquistada por el rey visigodo Sisebuto. Posteriormente será conquistada por los árabes, la ciudad floreció llegando a convertirse en capital de la Taifa hammudí. Durante esta etapa se asentaron comerciantes genoveses y varias juderías en los arrabales de la ciudad que dieron gran riqueza económica. De este periodo se conservan su alcazaba y el castillo de Gibralfaro desde donde se pueden disfrutar de bonitas vistas de la ciudad.
En el año 1487 con los Reyes Católicos en guerra contra el reino Nazarí de Granada, Málaga se incorpora a la corona de Castilla. Bajo este reinado comenzó a construirse la catedral de la Encarnación de la mano de Juan de Siloé, de estilo renacentista que es conocida como la “manquita” por faltarle una torre.
Durante los siglos del XVI al XVIII, Málaga sufrió un periodo de gran inestabilidad, pero también se edificaron palacios como el de Villalón, el de Buenavista o el palacio episcopal de estilo barroco. También se llevó a cabo una gran obra de ingeniería, el acueducto de SanTelmo.
En el siglo XIX tuvo un papel principal en la guerra de la independencia contra Napoleón, destacando en la batalla de Bailén con el general Reding gobernador de Málaga.
Hoy en día, un paseo por la ciudad nos lleva a la plaza de la Merced y a la Calle Larios, la vía peatonal más emblemática. También se puede pasear por el jardín botánico La Concepción y el “palmeral de las Sorpresas” para acabar en “la Farola”, que fue faro de la ciudad.
Entre sus museos podemos destacar el museo Picasso, el Carmen Thyssen, el centro Pompidou, el Centro de Arte Contemporáneo o la colección del museo ruso de San Petersburgo, entre otros.
Málaga y su provincia destacan por su clima y sus playas pertenecientes a la costa del Sol que disfrutan de unas temperaturas cálidas durante todo el año, con pueblos como Marbella, Benalmádena, Mijas y Nerja, con sus famosas cuevas.
Pero Málaga no es solo costa, cabe destacar la serranía de Ronda, la comarca de la Axarquía o sus pueblos blancos como Frigiliana o ciudades como Antequera, con la Real colegiata de Santa María la Mayor o Ronda, con su puente sobre el tajo del río Guadalevín.
La cocina malagueña destaca por sus típicos espetos de sardinas o el clásico “pescaíto frito”. Además, cabe mencionar la cazuela de fideos, el gazpachuelo, la ensalada malagueña o la porra antequerana, entre otros. Un paseo por el mercado de Atarazanas nos permite encontrar una gran variedad de productos frescos y típicos de la región.
También Málaga es conocida por sus vinos dulces que se producen desde la antigüedad, bajo las denominaciones de origen Málaga y Sierras de Málaga o la cerveza Victoria, cuyo eslogan es «Malagueña y Exquisita».
Documentado por Pedro López del Real y Alba Jabato Domínguez
En la desembocadura del río Guadalhorce, donde hubo un asentamiento bástulo, fundaron los fenicios, en el siglo VIII a.C. la colonia de Malaka, que con el tiempo pasó a llamarse Málaga. Tras un período de dominación cartaginesa, Malaka pasó a ser romana. De esta época se conservan su teatro y las termas públicas.
Después de un periodo de invasiones germanas pasaría a formar parte del imperio Bizantino con el emperador Justiniano I y en el año 614 será conquistada por el rey visigodo Sisebuto. Posteriormente será conquistada por los árabes, la ciudad floreció llegando a convertirse en capital de la Taifa hammudí. Durante esta etapa se asentaron comerciantes genoveses y varias juderías en los arrabales de la ciudad que dieron gran riqueza económica. De este periodo se conservan su alcazaba y el castillo de Gibralfaro desde donde se pueden disfrutar de bonitas vistas de la ciudad.
En el año 1487 con los Reyes Católicos en guerra contra el reino Nazarí de Granada, Málaga se incorpora a la corona de Castilla. Bajo este reinado comenzó a construirse la catedral de la Encarnación de la mano de Juan de Siloé, de estilo renacentista que es conocida como la “manquita” por faltarle una torre.
Durante los siglos del XVI al XVIII, Málaga sufrió un periodo de gran inestabilidad, pero también se edificaron palacios como el de Villalón, el de Buenavista o el palacio episcopal de estilo barroco. También se llevó a cabo una gran obra de ingeniería, el acueducto de SanTelmo.
En el siglo XIX tuvo un papel principal en la guerra de la independencia contra Napoleón, destacando en la batalla de Bailén con el general Reding gobernador de Málaga.
Hoy en día, un paseo por la ciudad nos lleva a la plaza de la Merced y a la Calle Larios, la vía peatonal más emblemática. También se puede pasear por el jardín botánico La Concepción y el “palmeral de las Sorpresas” para acabar en “la Farola”, que fue faro de la ciudad.
Entre sus museos podemos destacar el museo Picasso, el Carmen Thyssen, el centro Pompidou, el Centro de Arte Contemporáneo o la colección del museo ruso de San Petersburgo, entre otros.
Málaga y su provincia destacan por su clima y sus playas pertenecientes a la costa del Sol que disfrutan de unas temperaturas cálidas durante todo el año, con pueblos como Marbella, Benalmádena, Mijas y Nerja, con sus famosas cuevas.
Pero Málaga no es solo costa, cabe destacar la serranía de Ronda, la comarca de la Axarquía o sus pueblos blancos como Frigiliana o ciudades como Antequera, con la Real colegiata de Santa María la Mayor o Ronda, con su puente sobre el tajo del río Guadalevín.
La cocina malagueña destaca por sus típicos espetos de sardinas o el clásico “pescaíto frito”. Además, cabe mencionar la cazuela de fideos, el gazpachuelo, la ensalada malagueña o la porra antequerana, entre otros. Un paseo por el mercado de Atarazanas nos permite encontrar una gran variedad de productos frescos y típicos de la región.
También Málaga es conocida por sus vinos dulces que se producen desde la antigüedad, bajo las denominaciones de origen Málaga y Sierras de Málaga o la cerveza Victoria, cuyo eslogan es «Malagueña y Exquisita».
Documentado por Pedro López del Real y Alba Jabato Domínguez